Los pasillos en casa no son espacios que comúnmente tengan mucha luz, pero al mismo tiempo son lugares de mucho tránsito. Por ello, es importante dotar de buena iluminación a un pasillo para evitar accidentes domésticos y sacar partido de esta estancia en la vivienda.
La iluminación en casa debe seguir tres criterios: iluminación general, espacios con luz adicional y zonas de realce. En el caso de dotar de suficiente luz al pasillo, lo preferible es que parta del techo y se dirija hacia abajo.
La iluminación puntual puede cubrir las necesidades del armario, los estantes, el espejo y otros elementos de mobiliario que haya en el pasillo. Por último, se pueden incluir luces de realce en cuadros, objetos decorativos y otros espacios menos relevantes pero que se quieran destacar.
¿Cómo completar una buena iluminación en el pasillo?
Si seguimos la norma de luz general, puntual y de realce, la fórmula para obtener una buena iluminación en el pasillo, y que además no suponga un exceso de gasto, pasa por luces blancas cálidas que hagan de este espacio un lugar acogedor.
La luz blanca cálida, también son válidas las de carácter neutro, amplían la sensación de espacio, y hacen que el pasillo parezca más grande. Estas son las que ofrecen un ambiente similar al de la luz natural.
Los expertos recomiendan utilizar luces de techo o de pared, pues son las que iluminan más cantidad de espacio. Asimismo, otra alternativa es optar por luces de presencia, de modo que se activen únicamente cuando el pasillo esté siendo utilizado.
Para las luces puntuales, solo se encenderán cuando sea necesario, pues de poco sirve tener un armario o un espejo siempre iluminados si no hay nadie que los esté utilizando. En el apartado de luz de realce, aquí si caben luces más cálidas, pues su función no es tanto iluminar, sino servir de complemento al cuadro, mueble o elemento decorativo.