Una reforma integral implica ejecutar un cambio completo a una edificación, ya sea una vivienda, un espacio de oficinas o un lugar industrial. En ella se incluyen trabajos de fontanería, albañilería, climatización, electricidad, iluminación, acabados… En todo este proceso es frecuente que ocurran errores, y por ello os comentamos los más habituales.
Contactar con profesionales
La complejidad técnica que implica una reforma integral lleva en muchos casos a acometer las obras mal desde el primer momento, por no haber consultado con profesionales como arquitectos o técnicos independientes que valoren cómo afrontar el trabajo.
Cuidado con los presupuestos iniciales
Un segundo error es el de atender a presupuestos que no están bien ejecutados, bien detallados. Si en los gastos no se incluye cada partida presupuestada al máximo, es muy posible que la sorpresa final sea un gasto mucho mayor que el que pensamos al inicio de las obras.
Comparar entre varias opciones
Un tercer consejo que se relaciona con el anterior es el de solicitar presupuesto a varias empresas de reformas. De este modo podemos comparar entre distintas opciones y no caemos en el error de confiar únicamente en una sola propuesta.
Estudios de reforma detallados
Otro gran error en una reforma integral es no realizar un estudio previo en el que se propongan nuevas distribuciones y diseños bien ejecutados en los que se planteen posibles propuestas de reforma.
Ahorrar, pero sin renunciar a la calidad
El arquitecto es un profesional imprescindible en cualquier reforma integral. Si realmente queremos conseguir un buen resultado, conviene no escatimar en este gasto, pues su labor es imprescindible para amortizar la inversión a largo plazo.
Las obras, a su debido tiempo
Las reformas integrales, también las parciales, implican muchas molestias relacionadas con las obras. Hay quien quiere acabar con este proceso cuanto antes, y eso es un error. Cada fase lleva su tiempo, y antes de los trabajos puramente de reforma hay que ejecutar estudios, planos y diseños que optimicen ese futuro trabajo físico.
Estética ligada a confort y habitabilidad
En los trabajos de este tipo ha de primar la calidad, la durabilidad de la reforma, pero sin renunciar al confort, la habitabilidad y la estética. No debemos dejar de lado ninguno de estos propósitos, pero es algo que ocurre muy a menudo.
Dejar claro qué queremos con la reforma
El arquitecto y los técnicos son profesionales que conocen medios para sacar el máximo partido de la reforma integral, pero es imprescindible también que el cliente muestre sus deseos, qué quiere para su vivienda o su espacio de trabajo, de modo que el resultado final se ajuste a sus preferencias.