Ladrillo o pladur, qué material es mejor para los tabiques interiores. Ambas opciones presentan ventajas comparativas respecto a la otra, pero las dos pueden convivir y retroalimentarse.
España ha sido fiel partidaria durante décadas de utilizar el ladrillo como material de construcción para las divisiones interiores en los edificios, hasta el punto de que hay quien considera que usar pladur es no diseñar paredes de verdad. Sin embargo, este material ha ido ganando protagonismo en los últimos años.
¿Qué ventajas ofrecen el ladrillo y el pladur?
El escenario que nos planteamos entonces es, qué opción es la mejor, tabiques de ladrillo o de pladur. Para ello, repasamos algunos puntos fuertes de ambas opciones.
El ladrillo es un material muy económico, muy versátil y que ofrece alta resistencia a los golpes y para colgar objetos. Asimismo, permite mucha libertad a los operarios para incorporar pequeños remates.
Durante décadas, el ladrillo fue el gran protagonista para conformar tabiques interiores, pero desde la aparición del pladur a finales de los 70 del pasado siglo, su interés ha ido en aumento, pues su uso conlleva también algunas ventajas.
Este material se puede utilizar en seco, por lo que es más limpio, es más ligero y de fácil colocación. Además, su acabado es liso, por lo que no necesita de enlucidos. No produce escombros, es muy versátil y resistente a los movimientos.
A pesar de las ventajas asociadas al pladur, su uso poco frecuente hasta hace unos años era por cuestiones como la creencia de que el ladrillo es un material más resistente, más eficiente a la hora de aislar acústicamente estancias y el precio, más económico en el caso del ladrillo.
Conclusión: ladrillo o pladur
La conclusión más certera es que ambos materiales pueden convivir. Los tabiques de ladrillo seguirán siendo grandes protagonistas en el sector de la construcción, especialmente si tenemos en cuenta que los modelos actuales son más funcionales que los clásicos.
Por su parte, el pladur continuará ganando protagonismo, porque sus quejas o la mala fama que en ocasiones recibe guarda más relación con una instalación incorrecta o mal asesoramiento que por las posibilidades que ofrece este material.