¿Sabes cuándo hay que acometer obras en la vivienda? Hoy desde Aislagal respondemos a la pregunta que se hacen muchas familias, ¿cuándo reformar mi casa?
Momentos en los que es interesante plantearse una reforma
El primer motivo para reformar mi casa es cuando se ha quedado anticuada desde el punto de vista estético, o bien ya ha dejado de ser funcional. En el apartado estético, esto no es siempre fácil de detectar, pero sí ocurre con la funcionalidad. Así, hay muchas familias que deciden hacer obras una vez los hijos ya se han independizado.
Por otra parte, si los precios de venta de viviendas en la misma zona residencial comienzan a elevar sus precios, quizás sea buena idea iniciar una reforma para que la casa gane en valor. El tercer motivo para reformar mi casa es haberla adquirido de segunda mano, para dejarla perfectamente a mi gusto y que se revalorice.
Señales que anuncian una posible reforma
Más allá de las situaciones descritas, hay otros síntomas, avisos, que pueden ser el aliciente necesario para llevar a cabo un proceso de este tipo. Uno de ellos es que la vivienda vaya cumpliendo años y sea adecuado cambiar la instalación eléctrica o las tuberías, para adaptarlas a los nuevos estándares de calidad.
Si en la vivienda ocurren averías constantes, también merece la pena poner fin a ellas con una reforma parcial o integral. Algo parecido ocurre cuando comienza a haber un gasto excesivo en calefacción, pues entonces convendrá mejorar el aislamiento. Si tu casa ha perdido aislamiento térmico, y se escuchan muchos ruidos del exterior o propios de la vivienda, no dudes en interesarte por las reformas.
En este repaso por las condiciones de la vivienda, no te olvides estudiar a fondo la cocina y el baño, que son estancias que sufren mucho desgaste. La idea siempre es garantizar la funcionalidad, pero sin olvidar la cuestión estética.
Finalmente, si tus necesidades han cambiado, que cambie la vivienda con ellas. Llega la hora de reformar mi vivienda cuando se produce una transición hacia un nuevo tipo de convivencia, con menos habitantes en casa.