Mantener la vivienda protegida es un deseo que tienen todos los propietarios y las personas que viven de alquiler, pues el hogar es el lugar que aporta seguridad al núcleo familiar. Existen muchas fórmulas para proteger la casa, como sistemas de aviso y señalización acústica, ópticos, que trabajan a distancia o especiales y multimedia. Te mostramos algunos consejos clave para proteger tu casa de robos.
Puertas robustas y de calidad
Las puertas son la última barrera de entrada a una vivienda. Siempre que sea posible, opta por puertas acorazadas y blindadas, que están reguladas a nivel europeo por la norma UNE 85160:2013 de puertas y herrajes de seguridad.
Las cerraduras, también de calidad
No solo hay que prestar atención a la puerta. Una puerta prácticamente infranqueable no servirá de nada si la cerradura se puede forzar. Además, en este punto conviene cambiar la cerradura si habitas una nueva vivienda o cambiarla cada cierto tiempo, y hay que proceder de igual modo si hay pérdida de llaves.
Sistemas de videovigilancia
Las cámaras de seguridad son otro sistema útil para proteger tu casa. Con ellas identificarás a las personas que participen de algún intento de asalto o a aquellas que merodean por el exterior.
Sistemas de alarma
Las cámaras de alarma van de la mano, en muchas ocasiones, de sistemas de alarma. Estos dispositivos se activan incluso cuando haya personas en casa. Su funcionamiento consiste en avisar a la empresa contratada de un posible intento de robo y de ahí a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Tu vivienda, siempre habitada
Es imposible que la vivienda siempre esté habitada, pero al menos hay que dar la sensación de que no se ha abandonado, pues los ladrones actúan cuando saben que no hay nadie dentro. De este modo, si vas de vacaciones o pasas varios días fuera de casa, deja alguna luz encendida, la ropa tendida y no acumules el correo postal sin recoger.
Cuando salgas de casa, cierra con llave
Incluso cuando esa salida sea bajar a la panadería o al súper por cinco minutos. Podemos ir hasta un paso más allá, cerrar con llave la vivienda cuando se está dentro de la misma, para escuchar el ruido en caso de que quieran forzar la cerradura o entrar a casa con otra copia de las llaves. No obstante, esta última medida no siempre es positiva, pues si ocurre alguna urgencia obliga a dedicar más tiempo para salir de la vivienda.
Las llaves, nunca en la maceta o bajo el felpudo
Esa costumbre tan popular de dejar la llave bajo el felpudo, junto a la ventana o en una maceta sirve para que los posibles cacos vayan a esos lugares a intentar suerte. En este caso es mejor confiar en algún vecino o un familiar cercano para que guarde copias de las llaves.
Modificar tus hábitos de vuelta a casa
Los ladrones investigan cada movimiento de los habitantes de una vivienda cuando quieren asaltarla. Esto obliga a tener rutinas variadas, no volver siempre por el mismo sitio tras salir de trabajar, ir a correr a distintas horas, hacer los recados espaciados a lo largo del día. La idea es causar confusión en los asaltantes.
No des señales de tus actos en las redes sociales
A todos nos gusta publicar una foto de nuestras vacaciones en la playa o en la montaña, pero nunca sabes quién puede estar detrás de esa red social tan popular. Así, una forma de proteger tu casa es no ofrecer información jugosa sobre tu paradero cuando estés de viaje.
Los objetos de valor, siempre a resguardo
Nunca deben quedar a la vista objetos de valor o propiedades que sean tentadoras para los ladrones. Esto es especialmente grave en viviendas con jardín. Es fundamental que la casa pase desapercibida para que no sea el objeto de deseo de los cacos.
Nunca facilitar la entrada a los ladrones
Cuidado con las ventanas abiertas o las escaleras en el exterior de la vivienda. Igualmente, intenta que no se puedan utilizar contenedores, bancos públicos o marquesinas para acceder al interior. Esto último es más complicado, puesto que son elementos en la vía pública.
Advierte de que tu casa está bajo vigilancia
La última propuesta para proteger tu casa es dejar claro a los asaltantes que la vivienda está protegida en todo momento, con carteles sobre alarmas activadas, cámaras de seguridad y hasta señalizaciones de perros peligrosos en el jardín.