Decidir entre puertas correderas y puertas abatibles es una cuestión que se plantean muchas familias. Ambas opciones presentan puntos fuertes y débiles, y por ello os presentamos algunas de estas cuestiones para que tengas más claro por cuál decantarte.
Tamaño de la puerta
Si atendemos a tamaños estándar, las puertas correderas permiten un mayor aprovechamiento del espacio siempre que incluyan tirador integrado, pero reducen mucho el ancho de paso cuando eso no es así. Con las puertas abatibles el ancho de paso siempre se reduce un poco, dependiendo del espesor de la puerta.
La apertura de la puerta
Aquí salen ganando las puertas correderas, que ocupan menos espacio. Estas se abren y se esconden dentro del tabique, lo que las hace ideales para superficies pequeñas. En cambio, las puertas abatibles no son apropiadas para estos espacios, pues podrían resultar hasta inaccesibles o incómodas.
¿Qué ocurre con la instalación?
A la hora de instalarlas, las puertas correderas implican más trabajo, pero está muy estandarizado. Requieren un espacio muy grande en el tabique, prácticamente el doble que el ancho de la puerta y movimientos muy cuidadosos.
El aislamiento acústico
En este punto son vencedoras las puertas abatibles. Cuando cerramos puertas correderas, el espacio que resulta no es tan estanco, pues siempre queda un hueco vacío en el interior del tabique que actúa como puente acústico y se transmite mejor el sonido entre distintas estancias.
¿Qué puertas son más económicas?
Las puertas abatibles son más económicas en términos generales, ya que las puertas correderas requieren un mayor proceso de instalación. En este sentido, la diferencia de precio para modelos de tamaño estándar es del doble, es decir, una puerta corredera puede costar el doble que una puerta abatible.
La conclusión final es que ambas son buenas opciones si se sabe sacar partido de ellas, las puertas correderas son las idóneas para espacios reducidos y de difícil accesibilidad, mientras que las abatibles son mejores para mejorar el aislamiento acústico y ahorrar algo de dinero.